Miedo de ti

"sería tan fácil fingir que te volvere a ver
que te volvere a perder
sería tan fácil vivir con la mirada hacia dentro
con los ojos adentro"
Carnaval - Lucybell


Temo escucharte
porque es un sentimiento encontrado
implosionando en mis venas
el oir la canción que fue mía
y ahora es. asesinamente, de otra.


Temo, más aún, encontrarte
y chocar contra esas manos
que encadenan y liberan la música
o sentir en mis nalgas el fuerte apretón
que te delata indefectiblemente.


He de confesar
que no puedo ya mirarte a la cara
porque, al enconstrarse con los tuyos,
mis ojos se aclaran a tal punto
que muchas veces temo perderme en ti.


Te temo, si,
tengo miedo de ti,
pero, y que quede claro para los records,
rehuyo hasta de tus pisadas
pero nunca hasta el frío.

Lluvia

"El Rey de toda la tierra, no ha de hacer lo justo?"
Gen. 18.25
Esta lluvia no es más
que la limosna barata de un dios
que pretende acordarse de nosotros
después de habers hecho quemar
millones de pesos
en velas e insiensos.

Esta lluvia no es más
que una burla planificada y fría
a las gargantas de sapos y lagartijas
que se levantan sedientas
de debajo de las peñas áridas
y desde los rostros de todos.

Esta lluvia no es más
que la pena y la lástima
de la vieja de la esquina
materializadas en dos nubarrones,
varias sobrillas de colores
y una jarizna, que la verdad,
no refresca a nadie.

Requiem


Escupo mocos, sangre y lágrimas

mirándome las manos vacías

mientras el calor erosiona mi piel

en ampollas dolorosas

que dejarán tras de sí pústulas oscuras

de sangre muerta y coagulada.


Tengo en las manos,

además de sangre y heridas abiertas,

mechones recién arrancados de pelo

porque los pensamientos me duelen

más que las palabras o los latigazos

que surgen de repente de todas partes.


Me quedaré parada aquí,

ahogada en el hirviente calor,

sintiéndo como cae

toda esta sangre a mis pies...

Dejándome morir en cada segundo

como una mariposa con las alas tocadas.

Sarah, "La Devoradora" de Recuerdos Perdidos


Hoy parezco una melodía

breve, inexistente y distinta.

Nada me importa

sólo saciar mi hambre.


Quiero con mis ojos

devorarlo todo

para atesorarlo

en la inmensa barriga

que me formo con los recuerdos

Lapsus


Cada cuanto

cuento mis cientos de lápices

por diversión talvez,

o por verguenza

de que tantos de ellos sean inútiles.


Cada tanto

detengo el aliento en mis pulmones

sólo para saber

qué siente un moribundo.


Cada cierto tiempo

me destajo el pecho

para saber si mi corazón aún late

debajo de las montañas de mis senos.


De vez en cuando

piso un insecto, sintiéndome Dios,

y preguntándome

cuánto tardará El Grande

en hacer lo mismo con nosotros.

El Pronóstico


Para ese que tanto se indignó
con el anuncio de mi partida.


Estoy tratando de componer
el corazon hecho migajas
que tengo entre mis manos.
Hay una pieza con mi rostro
haciéndose pequeña,
disminuyéndose,
cada vez que intento ponerla
en su lugar aconstumbrado.
Me decís "boluda"
y me decís "universo",
y el pegamento gotea de mis dedos
como gotas de sangre.
Me llamás "mujer-mundo",
me llamás "Satanashia"
y la pieza se va haciendo,
cada vez, más menudita y breve.
Me corre entre los dedos,
como sémen traslúcido,
el pegamento,
y me detengo a pensar
si quizá por barato no funciona.
Decís: "Dejáme que te bese"
para recibir mi "No"
puro y a las rocas.
La pieza con mi rostro
se ha perdido en su propia inexistencia
y ya no puedo reparar el corazón
que tan esperanzadamenteme confiás.
Creo que me corresponde darte
el pronóstico:
Desgraciadamente, y sin remedio,
tu corazón de piezas de rompezabezas
siempre tendrá un hueco
con mi rostro.

Muerte Interna



He logrado abrir un hueco en la bruma

y ver todo lo que me rodea claramente:

los cadáveres se esparcen como flores secas

formándo un semicírculo de huesos y podredumbre.

Más allá, la bruma es densa y traicionera;

oculta los barrancos y los cañones que me apuntan

amenazando violentamente mis esperanzas.

Creo que, sin saberlo, he llegado al paredón

y aquí nadie se salva de la muerte.

"Cambia o muere", reza la voz de trueno.

"Corrige tus errores; vuelve atrás; muta".

Los cuerpos a mi alrededor también hablan

y cuentan de rosas, de castillos de arena,

de caminar sobre nubes en vez de pavimento,

de ser aterradoramente diferente.

El tiempo se escapa con rapidez

y debo decidirme pronto.

Voy a cambiar, eso es!

Desde hoy haré feliz a todos,

aunque yo no lo sea tanto;

llenaré los jarrones de flores blancas,

tan distintas a los girasoles.

El sonido de los tiros retumba en mis oidos.

Todo era una trampa, una prueba.

Caigo al seco impacto. Muero.

Abro los ojos. No veo nada.

Vivo estando muerta.

Reencuentro


"A mi cuaderno, y las semillas de 'Dileite', que se me viven perdiendo".



Creí haberte perdido


y mi corazón no quiso latir más;


murieron mis ganas de excribir,


la música dejó de danzar, juguetona,


en las efemérides del aire,


cesaron las llamadas importantes,


al igual que las felicitaciones y los reproches.


Los lápices se mantuvieron


afilados y a la espera agónica


del oficio de crear,


y mi alma, mi corazón, mi vida,


en áscuas


orando por un milagro.


Entonces volviste,


como si nunca te hubieras ido,


con tu sonrisa a medias


pero totalmente cargada de luz,


y tus manos suaves manando melodías;


y detrás de ti,


como en procesión,


las hadas, la inspiración,


los latidos de un corazón vivo


y unos ojos que nunca quisieron irse,


para variar,


acompañados de un susurro y un beso.