English 101



Los edificios le rascan la espalda al cielo
que, definitivamente, se dió por vencido con nosotros.
Yo los miro embobada
sintiéndo una náusea natural
hacia todo lo que me rodea
en especial hacia ella,
a la que no le importan nada ni nadie,
que se sienta despreocupada
con el rostro limpio
a querer dirigir nuestros destinos.
La estática me castiga.
Las sillas son tan lineares,
los cuerpos, tan asimétricos,
y el reloj que no anda.
Los rasca-cielos siguen ahí
fijos, inamovibles, erectos,
y yo sigo aqui
harta, desesperada, narcótica,
cantando estupideces en mis adentros,
esperanzada en el tiempo, que no pasa.
Sin embargo, ahora,
mientras vuelvo a sentir mis manos,
todo se calma y muere.
El tiempo vuelve a caminar, irónicamente,
y todo se ve más claro.
Todo es más claro, volviendo a la realidad,
pero si miras a deredor tuyo,
puedes ver el tiempo detenerse por un segundo...
ahora.

YO ESTUVE AHÍ!!



Tremendo concierto el que dió Bunbury en la ciudad de Nueva York este pasado martes 17!!!

Yo estuve ahí, mi primer concierto de Enrrique Bunbury, y tengo que decir que fue PERFECTO!




Sin Rumbo




Dejé a Maria Ligia,
con su casa encantada
y sus adagios de maravillas.
Con ella, la Gente Común,
y la menos común,
plantados en un escenario
hecho de poemas y canciones,
donde todos somos hermanos,
donde desafiamos al mundo
con nuestra pluma a la mano,
y nuestras esperanzas al hombro.
Dejé mi país y mis amigos,
mis amores prohibidos,
una Rosa en su capullo,
y un refugio donde mis héroes
estaban a la distancia lejana
de una llamada.
Quiero gritarle a mi garganta
que ya es hora de conformarse
con los tés de otros sabores
y las canciones de otras voces,
pero no puedo evitar
hacer atrio en el recuerdo
de los días cuando era feliz.