Ignorada



Al pasar, evitamos mirarla
Mientras ella nos mira con tristeza
Como queriendo unírsenos
Y olvidarse de ella misma.
La exiliamos al nacer
Y con ella a todos los suyos.
La alejamos para olvidarla
Como una enfermedad incurable,
Virulenta, contagiosa
Mientras en ella crece un odio inocente
Hacia nosotros,
Los mejores
Los diferentes
Los alegres
Nosotros los indiferentes
Pretendemos ignorarla,
Desaparecerla y borrarla,
Como a un mal recuerdo.
Ella se va llenando las vísceras
De un ruido casi musical.
Sus tripas vacías se revuelven con ira.
Oscura
Sedienta
Y aún así vibrante
Se oculta a nuestra vista
Con la vergüenza taladrándole los huesos
La barriada

1 Sintieron Conmigo:

  Rosa Silverio

15/3/08 7:20 p. m.

Me gusta este poema, más visceral que el resto, pero al mismo tiempo mejor logrado.

En especial estas partes:

"Como una enfermedad incurable,
Virulenta, contagiosa
Mientras en ella crece un odio inocente
Hacia nosotros..."

"De un ruido casi musical.
Sus tripas vacías se revuelven con ira.
Oscura
Sedienta"

¿Por qué? Porque las imágens son muy buenas, por la crudeza, porque son únicas, porque no es lo que diría cualquiera, ni lo que escribía cualquiera, porque se nota que es algo distinto, y esa diferencia es la que debes perseguir.

Abrazos.