Dándonos otra oportunidad
Publicado por Libelula De Azul miércoles, 24 de diciembre de 2008
Publicado por Libelula De Azul domingo, 21 de diciembre de 2008
5 Sintieron Conmigo Etiquetas: Observación Cotidiana, reflexiones, soledades, tristeza
Publicado por Libelula De Azul viernes, 19 de diciembre de 2008
Ahora sólo me queda
buscarme de amante
la respiración.
No mirar a los mapas,
seguir en mí mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío
una vez cierto libro.
O hacer la canción.
Y decirte que todo esta igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por ti.
Sigo yendo a Teté
semana tras semana
¿te acuerdas de allá?
Hoy habló de fusiles
despidiendo muertos.
Yo sé que ella me ama,
es por eso tal vez
que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti.
No quisiera un fracaso
en el sabio delito
que es recordar,
ni en el inevitable
defecto que es
la nostalgia de cosas
pequeñas y tontas
como en el tumulto
pisarte los pies.
Y reír y reír y reír,
madrugadas sin ir a dormir...
Sí, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.
Las ideas son balas
hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo
y muy sabio
y poderte decir
lo que aquí
no he podido decirte:
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti.
Silvio Rodríguez
Publicado por Libelula De Azul domingo, 7 de diciembre de 2008
7 Sintieron Conmigo Etiquetas: deseos, reflexiones, soledades
Publicado por Libelula De Azul jueves, 4 de diciembre de 2008
El aire es más respirable ahora
mas, sin embargo,
aún quiero pedirle a las ardillas
que me entierren entre sus nueces,
ocultándome en el piso duro,
de la recurrente soledad
que lleva cinco meses
persiguiéndome sin tregua.
De vez en cuando pasa un avión
recordándome que una vez
escribí que iba cargado de sueños,
y ahora se lleva los mios.
Al otro lado de la calle
un hombre me mira sin prisas,
ni deseos, ni emociones;
sólo para descubir
que yo también lo miro
con los ojos cargados de la misma nada.
Matroushkas en mi escritorio:
una, dos, tres... mil.
Libros apilándose a cada lado de mi cama,
mi blog que ya nadie lee,
las luces intensas de la temporada...
todo luchando, febrilmente,
para hacerme invisible.
Me esconderé detrás del árbol de navidad.
La soledad ya vuelve...