Las hojas huyen de las ramas
ya secas de vida,
y a la agonía de los árboles
le sigue la brisa fría
que siempre precede a la muerte.
Suenan las campanas en las torres,
altas y siniestras,
llamando insesantemente
sin prisa ni direccion
a los desamparados con hambre,
queriendo llenarles las barrigas
de mejores tiempos,
de vacuedades.
Mientras, para nosotros los iguales,
los conformes,
las hojas de los árboles siguen huyendo,
marrones y tristes,
y en algún lugar un muchacho hace burbujas de jabón
que sin lugar a dudas, y sin mentirle a tiempo,
explotan...
2 Sintieron Conmigo:
20/11/08 3:17 p. m.
profundo sentimiento... muy buenas letras...
23/11/08 1:26 p. m.
No se...
Te extrañamos entre el jabon de cuaba y los apagones.
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