Te espero
y lo sabes.
Tú lo sabes todo.
Sabes de su dolor,
y del nuestro.
Sabes de la agonía
que se le queda en la voz,
en el cuerpo,
en el alma.
Si acaso te importara
podrías sanarle,
pero sólo estás
cuando la risa florece.
Lo dejarás morir,
lo sé, lo presiento.
Lo dejarás morir
y puedes sanarlo.
Eres como un fantasma,
transparente,
invisible cuando quieres...
ausente.
No entiendo
cómo nos llamas amigos
si te llamo
y no vienes.
Si sabes que te necesitamos
y no vienes.
Si se nos está muriendo
y no vienes.
Y no vienes!
No vienes...
No
vienes...