Idem...


Para Gía


La tranquila vacuedad de este lugar
con sus conversaciones supérfluas
y sus sillitas frágiles y verdes,
espanta hasta la náusea.
Me he vuelto de pronto invisible
porque las palomas no me huyen
ni los hombres me miran,
con mi tendencia eterna a caerme
y mi expresión nula en el rostro.
En la distancia aparece, difusa,
tu cabeza de parasoles, risueña, distraída,
trayéndote a ti, colgando del cuello
ayudada por unas alas invisibles
que te hacen flltar, toda tu,
a mas de medio pie de altura
sobre el pavimento que no te merece.
Ahí vienes, reyna, ninfa, mujer,
a llenar el vacío de este lugar,
a hacerle siginificado a las conversaciones,
a imprimirle fuerza a las sillas verdes,
A distraer todas las miradas,
a espantar palomas distraídas,
y a sentarte junto a mi...
que no te merezco ni te conozco,
y a entregarme con una sonrisa y un beso,
la vida que me hace falta.

7 Sintieron Conmigo:

  Anónimo

16/7/09 5:04 p. m.

Refiérase a ''en la masmedula'' de Girondo, para que complete los versos del primer autor... genial.

  Gia

16/7/09 6:29 p. m.

Te quiero.

  Carolyn

17/7/09 10:00 a. m.

Recibir lo que se necesita siempre se recibe con más alegría que recibir lo que se quiere,

Besos pa' ti comadre

  Alexander Corleone

17/7/09 10:21 p. m.

Es hermoso, muy lindo


saludos

  Timoteo Estévez

19/7/09 1:57 p. m.

bien chevere!!!
hay que sentir el poder de el amor en carne viva!!!

  Timoteo Estévez

19/7/09 1:58 p. m.

aunque a veces sucede con todos!!!

  Wendy_NYC

9/8/09 9:19 p. m.

well....