Requiem


Escupo mocos, sangre y lágrimas

mirándome las manos vacías

mientras el calor erosiona mi piel

en ampollas dolorosas

que dejarán tras de sí pústulas oscuras

de sangre muerta y coagulada.


Tengo en las manos,

además de sangre y heridas abiertas,

mechones recién arrancados de pelo

porque los pensamientos me duelen

más que las palabras o los latigazos

que surgen de repente de todas partes.


Me quedaré parada aquí,

ahogada en el hirviente calor,

sintiéndo como cae

toda esta sangre a mis pies...

Dejándome morir en cada segundo

como una mariposa con las alas tocadas.

3 Sintieron Conmigo:

  Guille

23/5/08 4:24 p. m.

Desgarrador este poema.
Imágenes clarísimas y tan poderosas para conjugar esa desesperanza con la resignación.
Se le siente, amiga. Se le siente, de nuevo.

  Emmanuel Breton

24/5/08 8:52 a. m.

Recuerda, tienes la fuerza para destruír a la ciudad y huír con ella lejos...

nada te ha de limitar, ni de interferir.



El poema tiene su fuerza, veo mucha importancia en palabras poco usadas, está muy buen esto S. cuida usarlas siempre en el lugar indicado, a veces se confunde su uso.

Sigue escribiendo, que las musas hayan vuelto a ti es una bendición a la que debes de aprovechar siempre.

  Unknown

26/5/08 11:57 a. m.

hola sarah!!! soy zuleika!! de puerto plata, me recuerdas????
santiago, waldo, randy, emma, plasma, fotos, risas!! un pavel nunez q nunca llego!!!

como estas???? yo extravie el papel con tus datos, pero hoy sorprendentemente te encontre!!!!

viste? no te libraste de mi!! jejeje


como estas??