Rutina Diaria


llueve sobre la ciudad una delgada capa de muerte
como cada día que pasa
y simplemente tienes que salir a intentar derrotarla
con un pobre intento de vida
das el primer paso confiado
mientras que al continuar
vas sintiendo como se va desmoronando
detrás de ti
todo lo que has construido
o por lo menos eso es lo que crees
el dolor te hiere los tímpanos desde temprano
mientras que el aire viciado te pudre los pulmones
y el oxígeno que respiras
es el que te pone viejo
y tu lo ignoras
y le echas la culpa al tiempo
que no tiene nada que ver en esto
llegas a tu trabajo y ves que no hay nada que hacer
las mismas caras
como un espejo de ti mismo
reflejan el matiz del día
y ves lujuria y odio
y te sonríes porque
te das cuenta
que tu no eres el único mierda del planeta
las manos se te enfrían
no lo sientes pero también estás muerto
como todos
piensas en todas las cosas que te rodean
y no encuentras nada que valga la pena conservar en la memoria
todas la escoria que te cogiste
todas las limosnas que negaste
todas las soledades que al mundo no le importaron nunca
los intentos de suicidio y las violaciones
y toda la porquería que te ha pasado
parecen lejanas amazonas hirientes
que tiñen el ambiente de rojo
mientras desgarran tus carnes a latigazos
quieres llorar y no puedes porque te van a ver
quieres morirte y no puedes por no añadir mas dolor a tu alrededor
y antes de lo que pensaste
ya terminó tu horario de trabajo
y te encuentras caminando a tu casa
a tu televisión y tus libros
para que no pienses
cierras los ojos y no quieres abrirlos nunca más
y cuando te ves obligado a abrirlos nuevamente
te das cuenta de que la puta vida te obliga a levantarte de nuevo
mientras invisible
la muerte cae sobre tu ciudad
sin tocarte

1 Sintieron Conmigo:

  Rosa Silverio

1/4/08 12:23 p. m.

Sarah:

VAYA POEMA.

Me has dejado de una pieza. Es un poema brutal, bien escrito, me has dejado maravillada. Me gusta, me encanta, me identifico con este texto desde la primera línea.

De todos los que te he leído este es el que más hondo me ha llegado, el que más me ha calado, elque más me ha gustado, el que hará que piense en él una y otra vez, y aquí vendré a leerte y a leerlo, como una adicta, como una lectora tuya, como una mujer que se siente igual que tú en el mismo instante en que escribiste ese poema.

Un abrazo.